CUESTIÓN

Después de la elección...

Marco Vinicio Jaime

Después de la elección de este pasado domingo cuatro de junio, en la que el escrutinio popular determinó sin más el perfil para la renovación de Gubernatura, Congreso local, sindicaturas y regidurías en un escenario particular de nuevas reglas para regulación del desempeño de fuerzas políticas y sus consecuentes candidatos, se impone la obligada reflexión introspectiva en cada protagonista, el vital aprendizaje, toda vez del resultado que parece dará un vuelco significativo para el reacomodo político respectivo, y de consecuente impacto para el devenir de la Entidad.

Tal como tuve la valiosa oportunidad de señalarlo a lo largo de la campaña, y en particular a partir de elementos que en su momento permitieron básicamente vislumbrar las posibilidades del escenario final, por ejemplo, en el breve análisis publicado el pasado 15 de mayo en este mismo espacio, titulado: “Candidatos y sus “cartas” más fuertes”, lo que hoy vemos fincó en parte su esencia en los siguientes considerandos: “el joven candidato Echevarría [al frente de la reeditada alianza PAN, PRD, PT y PRS, denominada ‘Juntos por Tí’] logró finalmente colocar a su movimiento como la mayor fuerza opositora, luego de dotar a sus recursos proselitistas de un claro mensaje ‘antisistema’, el principal portavoz pues de la crítica -y de la opción que mejor ha buscado coincidir con el concepto de esperanza colectivo-, cuyo eco se debe principalmente hasta el momento, a la reproducción sincrónica de tal ejército con sentido de pertenencia, en el que cada candidato posee ‘algo qué defender’ en función asimismo de la propuesta toral que lo eslabona con la reciprocidad del compromiso estratégico; fincado ello subsecuentemente en la fuerte cohesión y presencia de gobernantes, líderes partidistas y legisladores federales de afín constructo ideológico, en una promesa evidente de coadyuvar a la cristalización mediata de la propuesta aliancista; ello sin contar aún, cabe decirlo, con una mayor apertura a la fortaleza e integración comunicacional en múltiples frentes con tendencia analítica, que solidifica la inteligente interlocución en ‘tiempo real’, al igual que el qué, cómo, cuándo y dónde de lo pactado. ¿Se contemplará acaso en una siguiente ‘carta’? 

En tanto, la lucha de Manuel Cota [como cabeza de la alianza PRI, PANAL y PVEM] reviste de gran valor, en virtud de su esfuerzo que ha sido triple y hasta cuádruple, primero, ante el severo desafío de reunificar una militancia convencida antes que todo de su invaluable papel en la conquista de un ‘Nayarit de todos y para todos’, pese a los bemoles y claroscuros de resistencias ‘troyanas’ -por cuanto algunos de sus efectos se han centrado al parecer en contraindicar, simular espaldarazos fuera de tiempo, forma y lugar, y prescindir del esfuerzo requerido-, restando vital sentido de pertenencia, lo que aúna el capital empeño por blindarse de la consabida crisis que pesa indefectiblemente en las siglas que representa. Así, con todo ha avanzado, fundamentalmente por su innegable firmeza de no cejar en su objetivo contrarrestando en sus generales el consabido desánimo, y por el contrario, ha fortalecido su acercamiento interactivo (en el ‘tiempo real’ de la tecnología y en directo) con los electores, y se entiende su movilización última para facilitar al máximo un claro mensaje de soluciones pre estructuradas como aval ante el respaldo de líderes y representantes populares de todo el país, según es el caso de la visita este domingo del líder de la bancada de su partido, el PRI, en la Cámara de Diputados César Camacho Quiroz, y 15 Legisladores que comprometieron un presupuesto neurálgico que haga factibles las propuestas con cada sector y sus consecuentes causas, además de unificar a un tiempo su apoyo desde ahora, durante y después de la elección para dar el todo por el todo, como lo mencionara el mismo líder parlamentario, ‘en apego estricto de la ley, mano a mano y codo a codo, con Manuel Cota, y el resto de los candidatos’ ”. 

Lo anterior pues lo describí, tras de haberse esbozado desde el inicio mismo las condiciones para el encuentro singular por cíclico, de las dos más poderosas fuerzas partidistas ya citadas, y en la que la primera siempre auguró de manera irreductible invocar al mayor “meteoro” político de los últimos 18 años, incluso con mayor poder de sacudida al sistema vigente, que el histórico movimiento de 1999 (primera edición de la coalición PAN, PRD, PT y PRS que derrotaría por primera vez al oficialismo en el poder), incluso por encima de un fenómeno del nuevo espectro político: la atomización del voto ante la cuantía inédita de candidatos tanto con partido como independientes – que en esta ocasión sumaron un total de ocho-. La estrategia: su control inteligente para contrarrestar fuerza al contrario, marchando al unísono y al mismo tiempo a la cabeza de un claro discurso crítico como factor común de las condiciones actuales, y por ende de casi todos los abanderados en su trajín proselitista: el resquemor social ante la injusticia y la escasa respuesta a sus más elementales necesidades; neutralizar pues el núcleo de simpatías tradicionales del oficialismo, que se sumaría a su vez al hecho de que a sus candidatos ya no les alcanzaría tiempo ni recursos para proyectarse ante propios y extraños como quizá se buscó: un proyecto distinto con la mejor propuesta de cambio. De conformidad la bandera antisistema siempre estuvo en manos de una cada vez más poderosa alianza opositora -aun y con todo y que también hubo momentos, ‘al cuarto para las doce’, en que peligró su fuerza por el quizá cansancio, confianza excesiva o necesidad de mayor apertura y capacidad de suma e integración de algunos generales- hasta que también la necesaria experiencia de los que vencieron en la primera gran batalla del 99, empezando por el patriarca, y de victorias recientes en otras latitudes se sumarían de lleno para conservar la categoría cinco plus hasta el final, con inobjetables triunfos en la Gubernatura, 10 alcaldías, incluyendo la Capital con el experto catedrático Javier Castellón Fonseca, 15 diputaciones, y mayoría en las 138 regidurías que estuvieron en juego. Las expectativas, quedarían pues superadas. 

La reflexión parte quizá entonces, de la imperiosa necesidad de una mejora sustancial en el quehacer político, de gobernanza y de búsqueda de poder, un acercamiento estratégico, interactuante con cada una de las crecientes demandas del 

colectivo en la insustituible vigencia del Estado de Derecho, escuchar de veras y responder en función de lo que espera la ciudadanía: soluciones de fondo, de corte permanente y de vital enriquecimiento continuo. De ahí entonces que el propio Candidato del PRI Manuel Cota, 24 horas después de la jornada: ayer lunes, planteara ante medios de comunicación en la sede estatal de su partido, la importancia de evolucionar a la par de las grandes decisiones del pueblo, que es el que manda, y a él se debe y se deberá siempre, y por tanto en consonancia reconociera valientemente el veredicto a favor de Echevarría García, confiando en que los beneficios sean para Nayarit, Entidad que dijo querer mucho, “pues es su tierra, y en la que ha servido en múltiples tareas y responsabilidades”, y así lo procurará desde su reinserción, dijo, en las tareas senatoriales. Manuel Cota, acompañado del dirigente estatal, Juan Ramón Cervantes Gómez, del delegado nacional, Jesús Aguilar Padilla, del ex Gobernador Celso Humberto Delgado y liderazgos de otras entidades, aprovechó el espacio para dejar en claro que la política forja, fortalece en múltiples facetas, hasta en esta, en la que el pueblo decide en función, entre otros factores, de historias en las que como político no tiene parte ni mayor responsabilidad, pero que enfrenta con ánimo, decisión y empeño por lo que viene, que aseguró, procurará con todos los medios disponibles sea para bien de todos y para todos. Cota fue abrazado y despedido por los generales priístas de cara a su ya inminente “viaje al Senado de la República y quizá ante ‘César’ para presentar el resultado de su lucha en Nayarit”, no obstante, juró regresar. 

Qué bueno pues, que así como también el Candidato de Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), Miguel Ángel Navarro Quintero, se sumó a reconocer el veredicto de la jornada electoral y el papel de las instituciones en su refrendo, lo mismo que con su apuesta y confianza de que haya una transformación con amplio sentido social, el oficio político sea parte inherente de la función de cada uno de los nuevos gobernantes, y el mensaje de la sociedad nayarita en este proceso 2017 se decodifique adecuadamente, haciendo garante que el progreso, la justicia, la paz y la tranquilidad, la igualdad social, ponderen en un pueblo en el que aún pervive la esperanza de un nuevo tiempo, de un futuro mejor. Enhorabuena.