La familia y la "nueva normalidad"
Marco Vinicio Jaime
La fórmula es clara, pero no es del nada sencillo ponerla en práctica: familias sanas, sociedades fuertes con futuro. Se sabe que el núcleo de toda colectividad, radica en la familia, padres e hijos, en primer lugar o primer grado de consanguinidad, según la ley, y por extensión concéntrica: hermanos-abuelos- nietos, tíos-sobrinos, y primos, agrupados en segundo, tercero y cuarto grado respectivamente. Si bien desde siempre su salud psicosocial (convivencia, armonía y comunicación) ha constituído un gran desafío en virtud de las hostilidades consabidas del exterior en un interminable círculo vicioso, hoy que la hecatombe pandémica del Covid-19 impuso apertura abrupta a un nuevo ciclo, quedó al descubierto como nunca antes, la fragilidad y el inminente riesgo para su propia supervivencia. El “Gran confinamiento” supuso un encuentro frente a frente, a intramuros, de los insondables laberintos de la mente de cada miembro, y en no pocos casos con resultados violentos y hasta mortales.
La preocupación por tanto, de autoridades y expertos, como de organismos de la sociedad civil, adquiere gran lógica, en virtud de que una pandemia de impactos inéditos en lo sanitario, económico, político, social, cultural, laboral y productivo, reveló el estado crítico en el que se encuentra la base de todo lo anterior, el origen de su estructura, que es la fuente a su vez de individuos formados y capaces para construir bienestar, o en su defecto destruir y acelerar la expansión de la maldad con la ineluctable extinción global.
Ahora que los esfuerzos gubernamentales se han centrado en controlar la enfermedad para reincorporarse a la brevedad posible a la denominada “nueva normalidad”, se suma pues el cruento desafío de garantizar la salud física, mental, moral, afectiva y espiritual de la familia. De lo contrario, ¿cómo consumar el cumplimiento de cada uno de los objetivos planteados para la reconstrucción, con una sociedad en completa convulsión, si en cuyo núcleo se gestan los más terribles artífices de la destrucción? ¿Qué acciones específicas en coordinación estratégica con aliados especializados, comunicadores y sectores afines, se deben de erigir y ejecutar de inmediato a modo de antídoto?
“#FuerzaFamilias”, surge justo en el marco de la necesidad antedicha, como iniciativa concebida en el marco del Programa Nacional de Fortalecimiento Familiar, que impulsan 40 organismos e instituciones, entre ellos el Consejo de la Comunicación en el país.
De conformidad, llevaron a cabo este pasado fin de semana la charla online: “La familia perfecta no existe, la familia fuerte sí”, a efecto de contribuir con propuestas desde la perspectiva de expertos en pedagogía, psicología y comunicación, a que “el presente confinamiento a causa del COVID-19 [pueda] comportar una oportunidad para fortalecer los vínculos familiares y crear una sana convivencia, elementos que contribuyen a la prevención de episodios de violencia en los hogares”.
Los ponentes invitados, Patricia Ganem, experta en educación y Salvador Guerrero Chiprés, Consejero Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, dieron a conocer factores que contribuyen a la unidad, la estabilidad emocional a través del manejo eficaz de las emociones -positivas y negativas- y la armonía en el seno familiar.
“Si bien es cierto -dijeron- que el hogar es el lugar más seguro para evitar contagios, para algunos sectores de la población significa un espacio de riesgo, donde los niños, niñas, adolescentes, mujeres y personas mayores son los más expuestos a sufrir violencia”.
Con el tema: “Fortalecimiento de la relación entre padres e hijos a partir del COVID-19”, la Pedagoga Patricia Ganem, señaló en consecuencia que “una de las claves para lograr una dinámica familiar favorable para todos sus miembros es la gestión inteligente de las emociones a nivel individual, el respeto de espacios comunes, establecer horarios, generar espacios de convivencia individual y colectiva, y tomar en cuenta los puntos de vista de todos para la toma de todas las decisiones en el hogar”. “Hoy más que nunca -indicó la experta- debemos enseñar a nuestros hijos los valores fundamentales de la vida. Este acontecimiento brinda a los padres de familia la oportunidad de entender que esta es su mayor aportación, y ver hacia dónde y cómo dirigirlos y qué elementos emocionales les brindan a sus hijos para enfrentar cualquier situación”.
En tanto, el Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, Salvador Guerrero Chiprés, realizó la ponencia: “Salud emocional: herramientas y consejos para transitar la emergencia”. Indicó, acorde con cifras del organismo que encabeza, que “el 96% de los casos de violencia familiar ocurre en el hogar, y señaló que entre los sectores de la población más vulnerables a sufrir esta situación son los relacionados con la economía informal y el desempleo”.
“Con el objetivo [entonces] -precisó- de prevenir la violencia familiar, se encuentra activa la campaña #NoEstásSola, con la colaboración de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y la Secretaría de las Mujeres. Lanzamos un llamado a la ciudadanía para usar la Línea de Seguridad y el Chat de Confianza 55 5533 5533. Las víctimas cuentan con el apoyo del Consejo Ciudadano, así como de su equipo de psicólogos y abogados”.
En su oportunidad, la Directora de Asuntos Corporativos del Consejo de la Comunicación, Roxana Núñez, refrendó que tales encuentros entre expertos facilitan sin duda valiosas herramientas en pro de una cultura de prevención, de valores familiares y en lo subsecuente de hogares armónicos. “Esta etapa -agregó- de aislamiento social en los hogares mexicanos nos brinda una oportunidad para fomentar los valores que fortalecen los vínculos familiares como la tolerancia, la comunicación, la solidaridad y la empatía, variables que crean un entorno seguro y relaciones más sólidas”.
Es así como en la emergencia sanitaria por el Covid-19 que devastó al mundo, la familia también está en delicado estado de salud psicosocial, y urge coordinar hoy más que nunca líneas de acción que tiendan a sanearla, como una prioridad transversal de los diferentes poderes y órdenes de gobierno. Es un imperativo que el Gobierno de la República refuerce al máximo los canales de comunicación con todo el pueblo, cohesione con hechos de probada eficacia e imprima eficiencia y oportunidad extraordinarias a los mecanismos de atención, prevención, tratamiento y combate de los flagelos que amenazan al núcleo familiar desde su interior, y de esta forma poder solidificar la alianza más poderosa que puede haber, con las familias, para combatir de forma y fondo la inseguridad, la criminalidad y la delincuencia. Solo con el ejemplo, desde el más encumbrado funcionario y hasta la propia familia, en la práctica de valores, justicia, solidaridad, honestidad, verdad, amor y afecto, se podrá encarar con éxito la “nueva realidad”, tras el regreso con todas las herramientas que exige “la nueva normalidad”.
Nayarit el pasado nueve de marzo, en el marco del Día internacional de la mujer, suscribió un pacto trascendente, en virtud de la violencia feminicida y de los atentados a la familia, de la que hasta ese momento se tomó nota: el Gobernador Antonio Echevarría García, solicitó el respaldo de las Fuerzas Armadas representadas por el Comandante de la Treceava Zona Militar, Pedro Escalera Cobián y de la Secretaría de Marina, por el Vicealmirante Jorge Manuel Sains Zamorano, de la Sexta Zona Naval en el Puerto de San Blas, así como de la Guardia Nacional, Carlos Rodríguez Quirarte; a fin robustecer junto con la labor de la Fiscalía General de la República, las tareas de su gabinete de Seguridad Pública Estatal, bajo la responsabilidad del Fiscal Petronilo Díaz Ponce, y Jorge Benito Rodríguez Martínez, Secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana. En ese evento se tomó la determinación juramentada: “Cero tolerancia a cualquier intento por tocar siquiera a una mujer”.
Ahora bien, en esta “nueva realidad”, dicho pacto cobra relevancia significativa, y por lo cual, ¿cabría la posibilidad de renovar la estrategia de protección de la mujer y la familia, con un sistema de atención integral más allá de las limitadas funciones del Instituto Nayarita de Apoyo y Prevención de Violencia Intrafamiliar (INAPVI) y que a su vez robustezca el campo de acción del DIF? El Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, Salvador Guerrero Chiprés, reveló un plan coyuntural que podría servir para enriquecer la respuesta local: la campaña #NoEstásSola, con la colaboración de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y la Secretaría de las Mujeres. Con la cual se lanzó “un llamado a la ciudadanía para usar la Línea de Seguridad y el Chat de Confianza 55 5533 5533. Las víctimas cuentan con el apoyo del Consejo Ciudadano, así como de su equipo de psicólogos y abogados”.
Es momento pues, de actuar con determinación, con unidad, con responsabilidad transversal, por el bien de la familia, de la sociedad, de todos, por todos y para todos. ¿Será posible?
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