CUESTIÓN

Gobernar con la sociedad

Marco Vinicio Jaime

El joven empresario Antonio Echevarría García, es ya Gobernador electo para el periodo 2017-2021, después de que este miércoles recibiera por parte del Instituto Estatal Electoral (IEEN) la constancia de mayoría de votos (obtenidos en la jornada comiciaria del pasado cuatro de junio) que lo acredita como tal, y valida a su vez constitucionalmente su triunfo, de cara a la toma de posesión del próximo 19 de septiembre.

En un evento masivo que congregó a familia (padres, esposa e hijos), lo mismo que a cientos de amigos, simpatizantes y militantes de los diferentes partidos que conformaron la alianza que encabezó el propio Echevarría García (PAN, PRD, PT y PRS), en las afueras del Órgano Electoral, el Gobernador electo pactó la realización de un gobierno honesto y con fuerte arraigo social, tomando como base precisamente el clamor popular recabado en campaña, y para lo cual convocó a sectores y organizaciones a efecto de establecer las prioridades organizacionales y las consecuentes líneas de acción de la siguiente administración.

Acompañado de los dirigentes nacionales de los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), Ricardo Anaya y Alejandra Barrales respectivamente, así como de los representantes estatales del Partido del Trabajo (PT), Alfredo Porras, y de la Revolución Socialista (PRS), Rocío Vázquez, y de algunos candidatos a presidentes municipales, diputados y regidores que asimismo triunfaron en las elecciones del cuatro de junio, Toño Echevarría refrendó no tener padrino alguno más allá del pueblo de Nayarit, que es finalmente, según dijo, quien lo llevó al triunfo, y por ende su reafirmada promesa de combatir la corrupción, lo que empezará a partir de la revisión exhaustiva que aseguró llevará a cabo en el marco del proceso de entrega-recepción, y permitirá que los responsables de cada anomalía financiera detectada “paguen ante la justicia”.

Así, en la simbólica presencia de su padre, el ex Gobernador Antonio Echevarría Domínguez -como protagonista principal y figura experiencial de la primera alternancia política de 1999- y de su madre la Senadora Martha Elena García, el Gobernador electo inició su particular capítulo en el esfuerzo por erigir el preconizado “nuevo tiempo para Nayarit”.

Su tiempo y circunstancias le permitieron por ahora a Echevarría García, articular un comienzo emblemático de intensa lucha por la legalidad, por la vigencia democrática y del Estado de Derecho para validar, primero, la decisión popular emitida en las urnas, y en lo subsecuente proyectar una imagen de férreo defensor del marco constitucional y de la correspondiente atención continua de las demandas ciudadanas, garante pues de progreso armónico por todos y para todos.

Grande es pues, la expectativa mayoritaria tocante al ejercicio de la próxima administración gubernamental, y de iguales dimensiones el reto entonces que depara a Toño Echevarría, sus colaboradores en el Poder Ejecutivo, de aliados políticos y de compartida pertenencia doctrinaria en los diferentes espacios de poder y representación popular, a fin de aprovechar al máximo los escasos cuatro años que tendrán por delante para trabajar y potencializarlos en pro de la reversión de los impactos desprendidos de las actuales condiciones de gobernanza, que no son de lo mejor, incluso consideradas por no pocas voces respetables como de las peores de los últimos años.

Asegurar un buen gobierno con base en la imprescindible coparticipación popular dentro de la consabida nueva realidad política en turno, requerirá sin duda de estratégicos procesos de recepción del sentir popular y de consecuente decodificación, para mantener ese indispensable equilibrio del que hablaba el connotado estadista florentino Nicolás Maquiavelo: “ Todos los estados bien gobernados y todos los príncipes inteligentes han tenido cuidado de no reducir a la nobleza a la desesperación, ni al pueblo al descontento”.

Oficio político y correspondiente tino comunicacional (comunicando y siendo comunicado eficazmente en la interacción permanente gobierno-medios-sociedad), son y serán herramientas de gran peso por tanto, para continuar siendo factor preponderante en el cumplimiento de la ley y de respectivo esfuerzo por que se cumpla para bien de todos y para todos.

Toño Echevarría emprendió pues su reto luchando por la ley, por el derecho colectivo de ser artífices de “un nuevo tiempo para Nayarit”, ¿lo consumará por el derecho a la justicia, el desarrollo y la igualdad social, al derecho de vivir en paz? Así se espera. Enhorabuena.