De “cuicos” a voceros… o ¡hasta operadores políticos!
Por: Fernando Gutiérrez
Meza
Han transcurrido seis días de tomar protesta como encargado de comunicación social del Gobierno del Estado, Rafael G. Vargas Pasaye, tiempo en que viene conociendo el equipo y manejo de esa área de la administración, encargada de operar y manejar lo concerniente a la difusión e información del mandatario, Roberto Sandoval Castañeda.
De inicio el funcionario oriundo del Estado Michoacán, ha
mostrado interés de llevar una buena relación con las organizaciones de
periodistas, como lo hiciera al reunirse con los cronistas deportivos y
sucesivamente lo haga con otros, pues se sabe que el profesionista trae la
intención de dar resultados y platicar con quien sea necesario, todo, con el
objetivo que las cosas marchen bien, y al mismo tiempo cumplir a la
confianza conferida por el Ejecutivo,
máxime que llega el citado en un momento en que brevemente la entidad tendrá
elecciones, y deberá analizar quienes colaboran directa o indirectamente en la
oficina a su cargo.
Porque de ello, triste es decirlo, se han dado casos de “cuicos”
metidos a voceros de comunicación u operadores políticos, y que finalmente ni “fu
ni fa”, pero sí dañan sobremanera a los
gobernantes o políticos en funciones (y peor aún, con cargo al erario), que
ante las intensas actividades de éstos,
no se enteren de las acciones de ese tipo de empleados. Por cierto, se tiene conocimiento que más de alguno de esos “charalillos” están
desconcertados con la llegada de Pasaye.
El recién nombrado encargado de prensa del Gobierno de la
Gente, como suele ser, tiene la confianza del jefe del Poder Ejecutivo, y
obviamente trae consigo un grupo de sus colaboradores para realizar los
diversos trabajos, factores que quienes ya estaban deben entender claramente, y
sumarse al cien con el nuevo jefe, renunciar o regresar a sus antiguas chambas con la perrada ajena al
poder en turno, debido que ya no es igual cuando hay de bandos distintos,
ninguno quiere ser “cola de ratón”.
Al platicar con algunas personas del gremio y gentes que
conocen a Rafael Gerardo Vargas Pasaye, coinciden que se trata de un tipo de
trato y sensible, lo cual habrá de corroborar, pero la verdad da flojera porque
en esa oficina, existe un soberbio
personal tanto sindicalizado como de confianza, mismos que creen que el mundo
no los merece, todo por el hecho de traer sus ropas bordadas con el sello de la
casa.
El citado servidor público, llega a la administración a cuatro meses de cumplidos
los tres años de gobierno, y normalmente
se dice que comienza el declive de los gobernantes, pero
independientemente de eso, se cree que el funcionario en comento, cumplirá con
su función y tratará de hacer bien las cosas hasta el 19 de septiembre del 17,
fecha en que el hombre de sombrero y el cuco entregue la estafeta a quien sea
su sucesor.
De aquí al 17 pareciera faltar mucho, pero no, pues el tiempo
transcurre más rápido, simplemente en cuatro meses habrá elecciones para elegir
diputados federales, y de ahí en adelante comienzan a moverse los grupos del
partido en el poder y personajes que pretenden salir en la foto, como el caso
de Raúl Mejía o Manuel Humberto Cota Jiménez, el primero gente cercana de
Manlio Fabio Beltrones y el segundo actual senador y dirigente nacional de una
organización importante como es la CNC, políticos que llegado el momento
pudieran unirse y trabajar en equipo, en verdadera unidad y por una victoria
para el PRI. Para concluir el presente
escrito, me sorprendió conocer de vista al director de Prevención del Delito de
la Fiscalía, un sujeto greñudo,desalineado y que suele andar sin calcetines,
como Jipi de los 70, lo que diera la impresión de haber quedado arriba. Dicha
persona se encarga de prevenir el delito, cuando en principio debiera cambiar
la imagen de su persona, pues hasta el
más mugroso de los camioneros tiene mejor presencia que ese melenudo.
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