Peligran bosques nayaritas
Por: Sergio Mejía Cano
Este pasado 30 de diciembre, apareció un nota en el periódico Nayarit Opina, informando sobre la tala clandestina e inmoderada tanto en la Sierra de Vallejo como en Rosamorada, en donde se están cortando árboles sobre todo de una madera llamada “tampicirán”, que se dice es muy cotizada en el continente asiático. Se informa también que los taladores no son nada más lugareños, sino que se ha detectado que llegan de otras entidades.
Nuestro país se está quedando desértico, desforestado, sin bosques, precisamente debido a la tala inmoderada de árboles no nada más en Nayarit, sino en gran parte de nuestra nación, llevada a cabo por gente sin escrúpulos ni amor a la ecología, la flora y la fauna y desde luego, sin pensar en las generaciones futuras que dentro de pocos años verán un país sin bosques que por lo mismo esto causará estragos de mucho peligro en temporada de lluvias, ya que los cerros, montañas y cañadas al carecer de árboles provocarán deslaves tal y como ya han ocurrido por ejemplo en el estado de Guerrero en donde se desgajó un cerro sepultando a casi toda una población.
Pero el riesgo de no parar a los taladores clandestinos o que aprovechando la corrupción imperante ya tan característica y casi normal por la mayoría de los mexicanos (se engloban ambos géneros) no sería nada más en daños a la naturaleza, sino que es bueno recordar que uno de los principales motivos que dio surgimiento a las llamadas “auto-defensas” tanto en el estado de Michoacán como el de Guerrero, fue la queja de los lugareños de que se estaban robando la madera dejando pelones los cerros y que al hacer la denuncia a las autoridades, estas denuncias no eran atendidas con la urgencia debida, pues seguían sacando troncos como si n existiera denuncia alguna; y lo peor del caso, es que los vehículos que transportaban los troncos iban custodiados por personal armado. Así que el hecho de que se armaran los lugareños, fue porque al no ser atendidas sus quejas, muchos de quienes se encargaban de cuidar el entorno ecológico había sido amenazados e inclusive algunos de ellos hasta desaparecidos y posiblemente hasta asesinados por el simple hecho de ser defensores del medio ambiente. Y el problema no nada más surgió por los taladores, sino porque según se ha documentado, también pandillas del llamado crimen organizado los tenían amenazados y extorsionados, pues les pedían cuotas por pasar a sus parcelas para hacer su trabajo de diario en el campo; por lo que se puso un alto a la situación de ingobernabilidad armándose los pobladores de las localidades afectadas, naciendo así las autodefensas, que en un principio no fueron otras personas más que los mismos afectados por las amenazas constantes de taladores clandestinos así como de delincuentes, todos equipados con armas de fuego de alto poder.
Así que en Nayarit, podría existir el riesgo de que los pobladores de los lugares en donde se saca madera en forma clandestina, al igual que en Michoacán y Guerrero, pongan un alto a la tala, surgiendo así las autodefensas nayaritas abriéndose un conflicto más a los que ya tiene el estado nayarita; pero más, por la devastación que esto significa para que se pierda el verde de sus cerros; sin embargo, no nada más el color verde de sus cerros, sino el peligro que esto representa para poblaciones aledañas a los lugares donde se están talando árboles sin ton ni son, ya que uno de los principales problemas, es que los taladores no son muy dados a reforestar, no les da por plantar ya no digamos más de la cantidad de árboles talados, sino al menos la misma, ya que por lo que se ha documentado, lo único que les interesa es sacar madera de determinado lugar y ya una vez agotados los bosques talados que por lo mismo pasan a ser desiertos, se van a otros lugares y así, sin reforestar, pues supuestamente para eso están los gobiernos tanto estatales como municipales de encargarse de plantar más árboles, aunque estos tarden muchos más años de lo que se tarda un talador clandestino en tumbar un ciento; cosa que se podría considerar en cierto modo un crimen de lesa humanidad, y no porque estén matando tantos árboles desde luego, sino porque para las futuras generaciones será un severo problema el vivir en un país casi desértico, que conocerán los bosques únicamente en fotografías o películas, ya que de no ponerse un alto a la tala clandestina, será muy difícil que un humano que esté naciendo en este instante, vaya a disfrutar de la sombra de un árbol; y no es exageración.
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