Hay algo muy turbio en todo esto
Al parecer el gobernador del estado de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, insiste en que no hay asaltos a los trenes en su entidad, sino que son simples descarrilamientos los que aprovecha la gente para saquear la mercancía que se transporte en esos trenes.
Se ha documentado, y sobre todo lo dicho por las tripulaciones, es que sí les ponen obstáculos para detener la marcha de los trenes en camino; y si lo dicen quienes lo sufren en carne propia, no es por decir nada más, ya que hasta a las mismas tripulaciones han sido asaltadas al subirse los ladrones a la cabina de la máquina y robarles sus pertenencias.
Ahora bien: por parte de las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), sea dicho que se tiene la sospecha de que algunos tripulantes de los trenes siniestrados podrían estar coludidos en los asaltos a los mismos; sin embargo, se podría afirmar que esto es una clara falta de respeto hacia los tripulantes de los trenes porque ni modo que a riesgo de hasta perder la vida misma haya quien se atreva a atentar en contra.
En lo que respecta a la otrora orgullosa ruta de la costa occidental, el Ferrocarril del Pacífico, las guías de embarque se daban en original y tres copias, la original que se le denominaba “conocimiento” era para el embarcador, la copia de color rosa se quedaba en la estación de carga para su archivo, la copia número tres de color amarilla era la que amparaba la unidad de arrastre y la cuarta copia de color azul, iba a parar al cuarto de archivo en el departamento de Ingresos-Fletes en la Gerencia de Guadalajara, Jalisco.
Pues bien, la copia número tres que era de color amarillo se le entregaba al conductor de trenes a su salida, ya que esta especificaba origen y destino de la unidad que iba a manejar en su tren, peso del contenido y desde luego las tarifas correspondientes del cobro tonelada-kilómetro debido al arrastre de la unidad. El conductor no podía salir de la estación de su origen si no llevaba la guía amarilla que amparara las unidades a su cargo, ya que esto podría originar un falso arrastre en caso de no llevar la guía de embarque; todo esto se le proporcionaba al conductor del tren mediante un informe de rodaje en donde se señalaba inicial y número de unidad, origen, destino, contenido y peso bruto y neto de la unidad; si no había guía, la unidad no podía salir de la estación en donde el conductor tomara a su cargo el tren por salir.
Con esta disposición, el conductor del tren sabía y podía localizar en su tren todas y cada una de las unidades de arrastre a su cargo en el tren; cuando llegó la era tecnológica, el informe de rodaje se proporcionaba ya computarizado al conductor del tren, pero se le seguía entregando la guía de embarque, por lo que el conductor seguía manteniendo su propio control de las unidades a su cargo en el tren; sin embargo, hoy en día y debido a los asaltos tan frecuentes que están sufriendo los trenes, ahora el conductor no sabe qué es lo que transporta en su tren, únicamente lo sabe tanto él como los demás tripulantes por la designación del tren que van manejando, ya que ahora se les denomina “granelero, intermodal o metalero” de acuerdo a lo que transportar. Y he aquí lo raro del asunto cuando son asaltados: los roba trenes sí saben en dónde están las unidades que transportan valores, no así la tripulación del tren, ¿cómo y por qué?
Desde luego que es una falta de respeto absoluta a las tripulaciones de los trenes al señalarlos como cómplices de los robos a sus trenes, porque con la nueva disposición del informe de rodaje, las tripulaciones no saben lo que van transportando porque no se los indica dicho informe; y ni modo que estén de acuerdo en descarrilarse a riesgo de perder la vida, ya que cualquier golpe que se reciba tiene que doler, ya que es puro fierro lo que conforman los trenes y además, ¿cómo descubrir un obstáculo al dar vuelta en una curva?
Trabajadores activos reportan que por ejemplo en las inmediaciones de Pénjamo, Guanajuato, hay familias enteras que se dedican a parar los trenes y saquearlos de sus mercancías. Y el año pasado, un miembro de la tripulación de un tren fue abatido de un balazo en la espalda, y según los compañeros la empresa no investigó a fondo el asunto, por lo que se sienten agredidos por ambos lados; y más ahora en que se sospecha de las tripulaciones.
Está como los huachicoleros que saben muy bien cuando se está transportando por los ductos gasolina. Hay algo muy turbio en todo esto.
Sea pues. Vale.
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