¿Quién es más delincuente?
Los medios electrónicos e impresos del país continúan con el manejo del tema sobre el caso de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, conocido como el Chapo, que en fechas recientes fuera detenido por agentes de la marina, según las versiones de la Secretaría de Gobernación y Procuraduría General de la República.
El delincuente fue aprehendido en Sinaloa, y presentado en un primer momento con una camiseta totalmente sucia y luego con otra ropa, inexplicablemente su detención ocurre en momento crítico económicamente para el país ante los bajos precios del petróleo y el alza en el costo del dólar. Se dice que esa acción contra el capo tuvo el propósito de desviar la atención de millones de mexicanos, pues en cualquier lugar el tema de conversación era el precio del billete extranjero y la situación en materia financiera.
Ahora con la aprehensión del prófugo Loera Guzmán, los mexicanos tienen otro punto que platicar en los centros de reunión o en las casas, debido que el Chapo es nota, y no solamente la clase baja que ve televisa o azteca están interesados del tema, sino más de algún político del país que tuvo sus queveres con este importante y adinerado capo sinaloense.
Se habla entre las instancias gubernamentales respecto la posible extradición de Joaquín Archivaldo al extranje ro, lugar donde existen procesos en su contra, cuestión que las instancias en México deberán valor debidamente, ya que hay certeza que el señor de las drogas de nuestro México lindo y querido sabe mucho del manejo del sistema político, del pasado, el presente y futuro, las películas y series relacionadas con los capos no son inventos de los creativos cineastas y artistas, en algunos documentales se observa que estos personajes le invierten recursos para financiar campañas políticas, a cambio de protección que permite la producción, tráfico y comercialización de estupefacientes.
A pesar de lo que se diga del Chapo, la vox populi los pueblos humildes y dedicados al trabajo, se expresan de mejor manera de Loera Guzmán, que de gobernantes o políticos, que llegan a los puestos con una mano atrás y otra adelante y salen ricos de sus cargos, pero no ayudan al pobre, se conducen de una manera voraz y miserable como si ese dinero se lo fueran a llevar cuando se mueran, contrario a lo que dicen del Chapo.
Hablando de delincuentes, pero de cuello blanco, trascendió el fin de semana anterior sobre la detención del exgobernador de Coahuila, Humberto Moreiera, por el delito de limpieza de dinero y cohecho, por lo que el político habrá de responder en ese país español.
De este personaje se habló de enriquecimiento cuando gobernó Coahuila, el endeudamiento del Estado y supuestos nexos con gentes del crimen organizado, lo que costó su misteriosa desaparición de la palestra política.
Resulta raro que el gobierno no hable de ese mal servidor público, que bien pudiera ser delincuente, como se le señala a cualquier infractor de la ley que roba un pedazo de pan para comer, pero bueno vivimos en México donde la justicia es severa para el pobre y benevolente con el pudiente o político de las casas blancas.
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