Los "chiquillos" viven sus ‘quince minutos de fama’
Por: Fernando Gutiérrez Meza
No debería sorprender el panorama que se vive en el gobierno con los cambios, enroques o ratificaciones de funcionarios, son normales en cada administración: los mandatarios premian la lealtad y disciplina de sus colaboradores en el caso de personal de confianza.
El comentario viene al caso por comentarios
encontrados respecto a los nombramientos de Catalina Ruiz y Héctor López Santiago, en áreas de Turismo y Educación Pública del Estado respectivamente, a quienes obviamente se reconoce los
factores arriba citados, sumado al de discreción,
que se pide al acceder a cualquier cargo del servicio público, pues los que saben, dicen que se ven muchas cosas que en
ocasiones son comprometedoras, pero el silencio tiene su recompensa.
En cada sexenio o trienio en el caso de los
Ayuntamientos, los secretarios, directores o gatos de nivel de cualquier
partido, viven sus quince minutos de gloria y depende de ellos si aprovechan o
no, pese que en veces fallan en su actuar, esas acciones se perdonan y toleran
por sus jefes superiores o protectores.
Hola que dar el derecho de la duda tanto a López Santiago como a Cata, quienes siempre se han disciplinado en sus
cargos y con el encargado del supremo gobierno, persona ésta que hace esfuerzos por cumplir al pueblo los compromisos de campaña, un ejemplo sus continuas visitas en comunidades abandonadas del Estado,
como se hiciera en Amatlán de Cañas, de parte de Roberto Sandoval Castañeda.
El señor
del sombrero inició una gira por aquel lugar,
para atender directamente en el territorio las necesidades de sus gobernados,
dado que resulta más difícil que vengan hasta la capital y sean atendidos por funcionarios muchas
veces dan atole con el dedo. Los seres humanos por naturaleza son cambiantes, máxime cuando acceden a las esferas del poder y hay casos de “charalillos” que se suben a un ladrillo
y se vuelven arrogantes, soberbios y prepotentes con el de abajo, pero servil y
entreguista con el poderoso, cuestión normal
en todo gobierno. Con excepción de las primeras damas que
siempre andan en la misma frecuencia que sus hombres.
Por cierto, el programa PROSA ahora se entregará directamente, para evitar sea mal distribuido, así lo decidió el ejecutivo del Estado.
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