El billete verde ataca de nuevo
Por: Sergio Mejía Cano
Respecto a mi escrito anterior que subtitulé “El dólar no es lo que parece”, ha habido familiares y conocidos que me han llamado la atención del porqué había puesto que el dólar estaba ya a $12.55 pesos, siendo que hoy se informaba en los medios que seguía arriba de los 15 pesos y que inclusive el dólar había ganado nueve centavos más aún. Respondo que ayer consulté la tabla que venía en la sección financiera de “La Jornada”, y así lo decía.
Y sí, hoy la mayoría de las publicaciones informan que el dólar sigue por encima de los 15 pesos, y a pesar de que se indica que el peso se había depreciado más todavía frente a la moneda estadounidense, el diario Milenio señala que a pesar de todos los embates en contra el peso se había recuperado y lo seguía haciendo frente al dólar. Pero como resultaría muy engorroso consultar todas las páginas financieras para ver si la mayoría coincide sobre la cotización del peso, mejor dejar las cosas atendiendo a la información oficial que indica que sigue arriba de los 15 pesos.
Lo que sí señalan la mayoría de los diarios tanto locales como de circulación nacional, es que la economía estadounidense se está recuperando y que la generación de empleos va a la alza y que el dólar está agarrando cada día más fuerza, tanto así, que ha hecho que el euro haya perdido varios puntos e incluso la libra esterlina y el yen japonés. Entonces se vuelve al mismo pensamiento: que todo esto de la especulación del dólar no es otra cosa que un juego del gobierno gringo para seguir mangoneando las economías de sus países aliados y otros no tanto, como China y algunos del este de Europa.
Y a propósito de los japoneses, allá a mediados de los años 80 del siglo pasado, apareció un artículo en algunos diarios informando que sorprendentemente los japoneses ya casi eran dueños de la isla de Manhattan, en Nueva York, pues estaban adquiriendo muchos inmuebles y que se había descubierto que también estaban comprando determinadas obras de arte de cuantioso valor tanto por su antigüedad como por sus creadores. Y que al preguntarle a una de las asociaciones niponas establecidas en Nueva York por qué estaban comprando tantos bienes inmuebles y muebles y cosas de gran valor, aparte de las inversiones en los USA, dichos japoneses dijeron que prácticamente se los estaban regalando, ya que con un montón de papel moneda imprimida por el Tesoro de los USA, a cambio, les entregaban grandes edificios, centros de reunión, estadios, teatros y predios que se cotizaban a buen precio por su ubicación dentro de Manhattan; y que estar adquiriendo todos esos bienes era mejor inversión que estar acumulando montones de billetes que en realidad, por más que sean, no tienen en realidad el valor que dicen tener en oro. Que si todos los inversionistas japoneses juntaras millones de dólares en billetes y le dijeran al gobierno gringo que se los cambiara por el oro que se dice está respaldado el dólar, los gringos les armarían otra guerra para someterlos y meterlos al orden, así que mejor estar comprando bienes de toda clase en vez de estar atesorando papel que, tal y como ellos le estaban haciendo, era mejor hacerlo circular que guardarlo en bóvedas bancarias.
Es un hecho que los gobiernos gringos han especulado mundialmente con su papel moneda, que se han agarrado imprimiendo billetes sin contar con el sustento en oro suficiente que garantice su valor. Se dice que después de la llamada segunda guerra mundial, Estados Unidos se dio a la tarea de imprimir millones y millones de dólares para enviarlos a Europa para levantar la economía de los países que habían sido afectados severamente por dicha guerra, incluso hasta a Alemania le mandó millones de dólares, siendo que según, había sido el país enemigo a vencer. Lo curioso es que ya una vez recuperadas en parte las economías francesas, inglesas, alemanas, polacas, etcétera, se vieron endrogadas hasta el cuello con los gringos, pero aún así ya una vez más recuperados, sobre todos los alemanes, cuando pretendieron hacer el cambio de dólares a oro para poder tener un mayor poder adquisitivo en otras naciones que no querían los dólares, obviamente los gringos se negaron, pues de dónde iban a sacar tanto oro, así que mejor tuvieron que hacer golpes de persuasión para que calmaran sus ánimos las naciones europeas que querían oro en vez de billetes gringos.
Hay investigadores que afirman que en realidad E.E.U.U. es un gigante de papel, que si ningún país quisiera los dólares, caería estrepitosamente.
Sea pues. Vale.
No hay comentarios:
Publicar un comentario