CON PRECAUCIÓN

El "Peje" en Tepic

 Por: Sergio Mejía Cano

Este pasado sábado 17 del presente mes, estuvo en la capital nayarita el señor Andrés Manuel López Obrador (el Peje), cosa que al parecer pasó desapercibida para la mayoría de los tepiqueños, ya que hubo muy poca asistencia alrededor del triste templete que sirvió para su presentación.

El periodista Alfredo Romero, quien se encontraba en los portales del palacio municipal, hizo un señalamiento que nos hizo reflexionar a quienes lo escuchamos, ya que el señor Romero dijo que  qué tristeza que los miércoles de danzón jalaran más gente que la presencia de un excandidato a la Presidencia de la República hasta por dos ocasiones, y esto, porque había muy poca presencia de gente esperando oír las exposiciones del Peje, quien llegó al templete alrededor de las 17:40 horas, vestido en forma casual, lo que hizo que mucha gente que posiblemente no lo conocía no lo identificara por lo mismo, porque a lo mejor esperaban ver a un personaje con traje y corbata, ya que se oían comentarios de personas que iban llegando a la Plaza Principal, frente a Catedral, en donde a un costado se había montado el templete que mostraba un enorme letrero con las siglas de “MORENA”, que a poco ése era López Obrador; otras personas preguntaban que a qué horas iba a llegar el Peje, y al decirles que ahí estaba, como que se desilusionaban al verlo callado, porque antes de que tomara el micrófono habló una señora y posteriormente un varón de nombre Nayar. Hubo gente que decía que no sabían nada de que iba a estar López Obrador este día, y al decirles que si no habían visto en los periódicos que se anunciaba su visita, la mayoría decía que no leían periódicos, que oían la radio o veían televisión y que ahí no se había dicho nada de que iba a estar en la Plaza Principal el famoso y dichoso Peje.

Y volviendo a los comentarios emitidos por el periodista Alfredo Romero, a quien se le unió posteriormente el destacado periodista, reportero y ya casi cronista de la ciudad, don Bernardo Macías, decía también que para un personaje político de la calidad que se decía tenía el Peje, era una vergüenza el poco poder de convocatoria que tenía, ya que en realidad no es un personaje del montón, sino un excandidato presidencial que supuestamente jalaba mucha gente, que quizá le había fallado la logística a los operadores de MORENA en Nayarit, que no habían podido tener el poder de convocatoria requerida para recibir y aplaudir a un líder político que ha dado mucho de qué hablar a nivel nacional.

Hubo una persona ya mayor de edad que en cuanto empezó a hablar López Obrador, dijo inmediatamente que era la misma cantaleta, que no tenía caso estar oyendo lo mismo de siempre  y de todos tan sabido, que mejor ya se iba. Desde luego que conforme hablaba el Peje, iba llegando gente a la plaza, pero no porque fuera a verlo y oírlo, sino asistentes concurrentes a la plaza principal que al ver interrumpido el tránsito en la avenida México se preguntaban el porqué, y al ver a un costado dela Catedral un triste templete mal iluminado, preguntaban qué pasaba, y al decirles que ahí estaba López Obrador, no faltó la voz que dijo: ¿Quién?

Y respecto a lo del triste templete, vaya que sí se notaba mucha austeridad en su montaje, lo mismo la poca iluminación que dejaba mucho qué desear y más un ciento de sillas a su alrededor que si bien estaban todas ocupadas, se sentía la sensación que muchas de las personas ahí sentadas estaban más para descansar que para oír lo que en el templete se decía.

Como dato curioso, como antes de que llegara el Peje y se subiera al templete, y aun cuando ya estaba ahí, como había encima del mismo otros varones con el pelo cano, hubo gente que se preguntaba cuál de esos canosos era López Obrador, siendo que aún no llegaba y hasta cuando llegó se confundió igual con los otros hombres con el pelo cano, y más porque cuando se hizo presente el Peje, ya empezaba a oscurecer, por lo que se reafirmó la confusión de quién de al menos tres hombres canosos era López Obrador.

Sin embargo, como siempre pasa, desde luego que había gente que cuando ya empezó a hablar López Obrador, le aplaudían todo lo que decía, pero también al mismo tiempo había quienes decían que no traía nada nuevo, que todo lo que estaba diciendo ya se lo sabían de memoria. Y llamó la atención lo que exclamó un asistente ocasional cuando dijo que todo era puro jarabe de pico, porque si el Peje le hubiera ganado a Peña Nieto, de todos modos estaría haciendo lo mismo en cuestión de reformas retrógradas.

Sea pues. Vale.