Andan “bravos” los tránsitos del ‘cambio’
Por: Fernando Gutiérrez Meza
Los
funcionarios que conforman el gabinete en la capital del cambio, serán los
responsables de sepultar el proyecto del galeno Leopoldo Domínguez González,
comenzando con el grupo conocido en el Ayuntamiento como los ‘Guerreros Unidos’,
que lo integran, en primera línea, el empresario universitario y vendedor de motos, José David
Guerrero Castellón.
Como responsable del manejo de los recursos, Guerrero Castellón desconoce las fallas en las áreas recaudadoras de impuestos, sumado a la pedantería y soberbia de empleados de confianza y sindicalizados con los ciudadanos, que mejor prefieren retirarse que aguantar el burocratismo con que se conducen.
Como responsable del manejo de los recursos, Guerrero Castellón desconoce las fallas en las áreas recaudadoras de impuestos, sumado a la pedantería y soberbia de empleados de confianza y sindicalizados con los ciudadanos, que mejor prefieren retirarse que aguantar el burocratismo con que se conducen.
Otro Guerrero que anda en las mismas, es Juan Carlos -de apellido, por cierto pues, del Estado en que mataron a los normalistas-, funcionario éste que tiene a su cargo la Secretaría de Servicios Públicos, empleado que no ha dado el ancho, pues no es lo mismo haber sido Regidor levanta dedo, que tener la responsabilidad de las diferentes dependencias del Ayuntamiento.
El
citado ex chiquidiputado y ahora
flamante servidor del cambio, salió peor que los charalillos del “toro”: anda insoportable y cree que los mugrosos y
hediondos ciudadanos que traicionaron al PRI no lo merecen. Con ellos se
conduce en forma soberbia y altanera, diferente al gatito sumiso y callado cómo
se comporta con el patrón de la comarca municipal.
Incluso,
hasta los regidores de su mismo partido desconocen al engreído sujeto, que para
desestresarse en ocasiones abandona su oficina y se va a apostar unos miles de
pesos en esas maquinistas tragadoras de dinero en el Play City, en tanto que
los problemas del gobierno que esperen, esos nunca se terminaran ni con ellos y
menos con los que vengan mañana.
En
esa misma línea anda el otro Juan Carlos Guerrero, pero el oriundo de Guadalajara,
protegido de Manuel Pérez Cárdenas, quien se cree el amo y señor de la
mercadotecnia, superior a los grandes empresarios en la materia, quien a diario
le dice en su perfumado oído al gran jefe que todo marcha bien, que la ciudad
está al cien, que el pueblo se expresa positivamente y se encuentra contento.
Lo
anterior indica que ese chacuaco que no apaga Marlboros, y no sale del Fray, donde a acude a degustar de sus
sagrados alimentos junto con otros divos, viven en un planeta distinto y no
percibe las calles sucias, la falta de alumbrado en las colonias, dado que el
tipejo cree que Tepic es el primer cuadro, cuando la realidad es otra.
Uno
más que se escapaba, es el director de Tránsito y Vialidad, Karim Cabrera
Cegbe, que salió bravo como suelen ser los cuicos federales, al menos eso se observa
de parte de los tamarindos, que insensibles andan todo el día levantando infracciones
y hasta llevándose los carros de domicilios particulares, todo bajo el afán de
sacar dinero. Sin embargo, comentan enterados que ese funcionario hace lo
contrario con los nefastos camioneros de las rutas Progreso, Mololoa, Villas y
Jazmines Cantera, debido que algunos son de su interés y de amigos permisionarios.
Reza el dicho que cuando la perra es brava hasta los de casa muerde, lo cual no
sorprende de los gatos de Karim, porque ni los más perrones e influyentes
periodistas se le han escapado, y eso es mucho que decir.
No
obstante, el tal Cabrera Cegbe, tiene esa formación de la vieja escuela y los
malos gobiernos. Está formado en la Policía Federal de Caminos, corporación en
que sus egresados no gozan de una cabal honestidad a prueba de cañonazos de billetes
verdes, dado que se han presentado casos de gentes que de la noche a la mañana
adquieren propiedades e instalan negocios.
El
citado jefe de los mordelones y tamarindos, trae una amplia trayectoria, pues
formó parte del gabinete del más sangriento y corrupto gobierno de Nayarit,
como se le califico a la Administración de Rigoberto Ochoa, mandatario que hizo
perder al PRI en el 99 y de seguir esa política de los mencionados funcionarios
del cambio repetirán la historia en la capital nayarita.
El
doctor Leopoldo Domínguez, debería hacer una evaluación del trabajo de sus
diversos charalillos, para evitar que
mañana o pasado no sufra el hartazgo ciudadano y salgan las marchas de
protestas, cómo lo han hecho en varias ocasiones los integrantes de Antorcha
Campesina, que reiteradamente han mostrado molestia del actual gobierno del
referido gabinete en que ni los “panuchos, pedorros y prianos” heredados han cumplido
al edil, que tantas expectativas creó cuando en campaña lo acompañaron su líder
y guía Gustavo Madero y los Chuchos y naranjos que se sumaron al proceso de la
esperanza.
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