13 de enero de 2015

CON PRECAUCIÓN

Mantos freáticos

Por: Sergio Mejía Cano 
Según los entendidos, la ciudad de Guadalajara, en el vecino estado de Jalisco, perdió su buen clima que se consideraba casi primaveral en todo el año, por lo que se decía que competía en esto con Cuernavaca que, por excelencia se le ha llamado “la ciudad de la eterna primavera”, debido a que la mayor parte de la zona conurbada está cubierta en sus calles con concreto hidráulico.

De acuerdo con estos analistas, hoy hace más calor en Guadalajara porque los mantos freáticos dejaron de ser renovados en cada temporada de lluvias, así que hasta su “olor a tierra mojada” se perdió quizá para siempre. Ahora, el agua de lluvia en vez de filtrarse al subsuelo, se va a las alcantarillas y de ahí al drenaje y sigue su camino hacia la barranca de Oblatos para caer al río Santiago, por lo que toda esa agua se pierde irremediablemente. Y se va toda el agua de lluvia que cae en la ciudad Tapatía, porque hubo un tiempo en que se informó con bombo y platillo que se habían construido “bocas de tormenta” para que captaran el agua de lluvia haciendo que dicha agua renovara los mantos freáticos; sin embargo, luego se informó que después de un concienzudo estudio por parte de científicos de la Universidad de Guadalajara (UdeG), se había descubierto que dichas bocas de tormenta no eran tal o al menos no todas, ya que la mayoría eran viles alcantarillas conectadas a los colectores generales del drenaje que acarrea aguas negras, por lo que la mayor parte del agua que caía en una tormenta se revolvía con dichas aguas negras desperdiciándose yéndose a la barranca; y que si acaso una que otra de dichas bocas sí estaban diseñadas para funcionar como tales, éstas estaban averiadas, tapadas o atrofiadas en su sistema, por lo que al no cumplir su cometido, ya una vez llenas de agua la desparramaban a la corriente que iba a caer en las otras alcantarillas. Así que hoy en día se dice que el subsuelo de la también llamada Perla Tapatía está seco casi por completo o completamente, por desgracia para los tapatíos.
Hoy en Guanatos, ya son pocas las calles asfaltadas, y cada día están desapareciendo porque el asfalto es levantado para ser sustituido por concreto hidráulico. Todavía hasta hace unos pocos años en los sectores Reforma y Libertad sus calles estaban cubiertas por asfalto, no así los sectores Juárez e Hidalgo, situados al poniente de la ciudad que desde siempre sus calles se vieron cubiertas por concreto hidráulico; sin embargo, poco a poco el asfalto que caracterizaba a los sectores del oriente de la ciudad ha sido cambiado también por concreto. Y por si fuera poco, todos y cada uno de los asentamientos humanos como colonias o fraccionamientos, desde su inicio sus calles son cubiertas por concreto, así que toda la zona conurbada es toda una plancha de concreto que ha influido en un cambio de clima muy drástico en la ciudad. Todavía hasta mediados de los años 90 del siglo pasado era raro que los tapatíos recurrieran a ventiladores, abanicos de techo o aparatos refrigerantes del ambiente, pero hoy en día, no hay casa habitación que no tenga que recurrir a estos artefactos para en tiempos de calores, estar más o menos a gusto.
Aquí en la ciudad de Tepic está sucediendo algo parecido a lo que pasó en Guadalajara, pues cada día más se encarpetan sus calles con concreto hidráulico o asfalto, haciendo con esto que el calor en la ciudad aumente considerablemente más de lo debido; pero lo peor, es que al igual que en Guanatos, los mantos freáticos se están secando. Si desde siempre la capital nayarita se ha caracterizado por ser muy húmeda, hoy en día está perdiendo ese estatus debido a que su subsuelo se está resecando porque ya no recibe el agua que cae del cielo tal y como debiera ser porque la mayoría de sus calles por estar asfaltadas o cubiertas por concreto hidráulico, no permiten que el agua se filtre al subsuelo para no nada más renovar dichos mantos freáticos, sino para que sus pozos y ojos de agua naturales de toda la vida no se sequen de una vez y para siempre. Hoy en día la falta de agua en muchas de la colonia de la periferia y aun en el centro de la ciudad es una constante; y se dice constante e insistentemente que cada día se tiene que bombear el agua de más profundidad porque los ojos de agua se están secando; ¿y todo por qué? Pues precisamente porque el subsuelo ya no absorbe el agua como antes lo hacía en forma natural, porque el agua de tormenta se va también al drenaje y de ahí al río Mololoa y por ende, al río Santiago.



Sea pues. Vale.

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