AMLO en Nayarit: obra pública y equilibrios políticos
Marco Vinicio Jaime
El Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, estuvo nuevamente en Nayarit este pasado viernes 06 de noviembre, acorde a lo que él mismo anunció la víspera desde su tradicional conferencia de prensa “mañanera”. No obstante, de la gira de trabajo, en la que se incluía el sábado 07 actividad en el Municipio de Ruiz, y posteriormente en Sinaloa, solo consumó un día, esto, debido a la emergencia hidrometeorológica registrada en su natal Estado de Tabasco, que le obligó a cancelar y estar presente en ese lugar del sureste; y en consecuencia aquí, solo tuvo oportunidad -según se dio a conocer- para la revisión de infraestructura carretera en el Municipio de la Yesca, encuentro con indígenas del poblado de Guadalupe Ocotán y, seguramente verificación del desempeño político, de pactos y acuerdos con su partido, demás fuerzas y expresiones partidarias, al igual que con la propia administración estatal para el resguardo de los correctos equilibrios en la materia.
El escenario político-gubernamental desde el plano internacional sigue evolucionando vertiginosamente, y está generando impactos significativos en cada país, y México, no ha quedado exento de tales circunstancias, de tal suerte que cada gobernante, y en este caso, el Mandatario mexicano, cuenta con el gran desafío de instrumentar la estrategia adecuada para hacerles frente, lo que incluye -a partir de los severos problemas vigentes en la nación, que empiezan con la crisis sanitaria de Covid-19 y su devastador efecto en la economía- la coordinación estratégica con entidades federativas en vías de la urgente unidad nacional que, como es sabido, no enfrenta su mejor momento, principalmente ante las dificultades tenidas para alcanzar transversalidad, luego de las hasta ahora profundas discrepancias entre gobernadores -especialmente los que se agrupan en la denominada “Alianza federalista”, que son 10- y el propio Gobierno Federal, al que le han demandado entre otros aspectos, revisar el Pacto de Coordinación Fiscal para una distribución mayormente equitativa de los recursos presupuestales.
Así, es de entenderse la preocupación del Presidente por estarse desplazando constantemente a los estados, para verificar de primera mano las necesidades y problemas que los aquejan, en función de garantizar eficacia de parte de su gobierno y el de las propias entidades, ya que por ley, es un derecho al que los ciudadanos deben acceder sin problema alguno, y justo es decirlo, se están presentando problemas principalmente de escasez monetaria hasta para cumplir con lo que por ley se debe a sectores y organizaciones, de atención sanitaria, comunicación y de justicia; siendo que además, del grado de su cumplimiento, será la confianza que el pueblo deposite en sus autoridades, y que finalmente se cristalice en su decisión a la hora de la renovación eleccionaria.
Por ello, no extraña que además de supervisar obra pública, el Jefe del Ejecutivo Federal coadyuve a fortalecer el equilibrio político y de gobernanza en cada Estado, cuando existe obviamente el interés mancomunado de obtener dividendos que impacten fundamentalmente en el bienestar de los gobernados.








El desafío es evidente: la “nueva normalidad”, ha moldeado asimismo una nueva participación popular, y en consecuencia se espera que las fuerzas políticas y gubernamentales de un sistema que no tiene más opción que actualizarse por completo a los novelios cánones, puedan responder en función de una exigencia mayoritaria cuyas demandas y necesidades se han exponenciado, y virado a la prioritaria lucha por la vida, la salud, la subistencia, la educación, la legalidad y la justicia por el derecho de vivir en paz.
¿Qué escenario se presentará finalmente en Nayarit? En nuestra entrega periodística “Tiempos de alianzas y de desacuerdos, ¿es el tiempo del pueblo?”, publicada el domingo 13 de septiembre de 2020 en el portal de análisis y opinión “La nota del día Nayarit ( https://lanota-deldia.blogspot.com/p/cuestiontiempos-de-alianzas-y-de.html )", efectuamos un breve análisis de las circunstancias que podrían marcar la elección del 2021 en función de una operación que tendría como objetivo precisamente abrir el camino de común acuerdo con la federación (principales partidos políticos y expresiones del oficialismo) a un proyecto que garantice al máximo la reproducción de los planes del propio Gobierno Federal, siguiendo un camino similar al que en su momento, según se afirmó, caracterizó la sucesión en Baja California donde el Gobierno emanado del PAN opera a favor del entonces Super Delegado Jaime Bonilla. ¿Qué tanto se logrará de esto -ya sea con un perfil homólogo, o símil pero de alto compromiso con sus impulsores del Centro-, pero principalmente reflejará los anhelos del pueblo nayarita? Veámoslo.
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